Mi hijo o hija está en el Mapa de Talentos y ahora qué

Cuando una familia escucha que su hija o hijo participa en el Mapa de Talentos 2.0, aparecen muchas preguntas. Es normal sentir curiosidad, alegría, dudas e incluso un poco de miedo.

En primer lugar, es importante recordar que esto no define el valor de la persona. No convierte a nadie en mejor o peor que los demás. Señala que esa forma de pensar necesita cierto tipo de acompañamiento para no perderse ni apagarse.

La información que salga del proyecto sirve como orientación. Puede ayudar a entender por qué se aburre con facilidad, por qué hace preguntas inusuales o por qué se frustra cuando algo no sale perfecto. También puede explicar por qué aprende muy rápido algunos contenidos y al mismo tiempo se siente desadaptado en el aula.

Desde casa se puede acompañar de varias maneras. Escuchando lo que cuenta del colegio, ofreciendo desafíos sanos a través de libros, juegos, proyectos o cursos que le interesen, cuidando el equilibrio entre estudio, descanso y juego. También es clave evitar una presión excesiva. El talento no debería transformarse en una carga que obligue a ser perfecto todo el tiempo.

Con la escuela conviene mantener una comunicación abierta. Preguntar qué se observó, qué posibilidades existen para ajustar el trabajo en clase y qué recursos se pueden compartir. A veces pequeños cambios logran que la experiencia escolar sea mucho más amigable para una persona con altas capacidades.

Lo más importante es saber que la familia no está sola. Hay profesionales, instituciones y proyectos que trabajan justamente para comprender y acompañar este tipo de trayectorias. El Mapa de Talentos 2.0 es una puerta de entrada a esa red.

Deja un comentario